Amanda Aileen Fisher

Writer + Artist

[ Español abajo ]

The meaning of the “and”

What my art training drilled into me was the marriage of form and content and that those two should not and really cannot be divorced. This is the lesson my artist self gives daily to my writer self. Words and language and stories and the communication of things do not just belong between the pages of a book. The book is just another box to think outside of.

My artist makes my writer look at the content of what I am trying to say and search for the right form in which to say it.

So here is my artist statement my writer wrote:

Form is always a choice, not a given.

It is something to be thought about, decided.

It supports the content, the thing it holds, what is inside.

This makes it a container.

The container is also the content.

The container is the solid form for what is fluid inside it. They are one and the same – one simply a shell for the other, just as your skin holds what is inside your body. It is the right form for your content, and you couldn’t walk around without it.

This concept is present in everything I do, in everything I make, every form consciously chosen to support what is inside.

I made my books handmade on purpose. Because the form communicates another layer: the power of the self to make things, the autonomy we each have to bring what is inside us into physical being, and that you don’t need anyone else to do that, to give permission, to hand you a pre-approved container for your creativity. If I took those books to a publisher and had them mass printed, you wouldn’t get it. The message would be lost. The message wouldn’t even exist anymore. The words inside would be there, yes, but one of the most important layers would be stripped off. The body without its skin is not really a body. The cupcake without the frosting is just a breakfast muffin.

So I chose my form intentionally. I choose it every time.

I am asking you to choose your forms intentionally. To pay attention to them.

All of my work is a dialogue, whether or not you and I ever speak.

I am always posing a question that I hope you will consider and eventually answer. And it’s really none of my business what your answer is. The fact you’re thinking about it is what I care about. My “job” (the one I have assigned myself, or the one my unique set of abilities has assigned me and that I have accepted) is to make your mind get up and move.

Did I just do it?

Photo by Sasha Golynova

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@amandaaileenfisher

 

Writer obsessed with form.

Artist obsessed with words.

Escritora y Artista

El significado de la "y"

Lo que mi formación artística me inculcó fue el matrimonio entre forma y contenido y que esos dos no deben y realmente no pueden divorciarse. Esta es la lección que mi yo artista le da a diario a mi yo escritora. Las palabras, el lenguaje, las historias y la comunicación de las cosas no pertenecen sólo entre las páginas de un libro. El libro es solo otra caja en la que me gusta pensar fuera.

Mi artista hace que mi escritora mire el contenido de lo que estoy intento decir y busque la forma adecuada para decirlo.

Así que aquí está mi declaración de artista que mi escritora escribió:

La forma es siempre una elección, no viene dada.

Es algo para pensar, decidir.

Soporta el contenido, lo que contiene, lo que hay dentro.

Por eso es un contenedor.

El contenedor es también el contenido.

El contenedor es la forma sólida de lo que es fluido en su interior. Son la misma cosa: una es simplemente la envoltura de la otra, igual que tu piel contiene lo que está dentro de tu cuerpo. Es la forma correcta para su contenido, y no podría caminar sin él.

Este concepto está presente en todo lo que hago, en todo lo que fabrico, cada forma escogida conscientemente para soportar lo que hay dentro.

Hice mis libros a mano a propósito. Porque la forma comunica otra capa: el poder de uno mismo para hacer cosas, la autonomía que cada uno tiene para dar física a lo que lleva dentro, y que no necesitas a nadie más para hacerlo, para que te dé permiso, para que te entregue un contenedor preaprobado para tu creatividad. Si llevara esos libros a una editorial y los imprimiera en masa, no los entenderías. El mensaje se perdería. El mensaje ya ni siquiera existiría. Las palabras dentro estarían allí, sí, pero una de las capas más importantes sería eliminada. El cuerpo sin tu piel no es realmente un cuerpo. La magdalena sin el glaseado es solo un muffin de desayuno.

Así que elegí mi forma intencionalmente. La elijo cada vez.

Te pido que elijas tus formas intencionalmente. Para prestarles atención.

Todo mi trabajo es un diálogo, tanto si tú y yo hablamos como si no.

Siempre planteo una pregunta que espero que tu consideres y eventualmente respondas. Y no es asunto mío cuál sea tu respuesta. El hecho de que te lo plantees es lo que me importa. Mi “trabajo” (el que me he asignado a mí mismo, o el que me ha asignado mi conjunto único de habilidades y que he aceptado) es hacer que tu mente se levante y se mueva.

¿Acabo de hacerlo?